domingo, 8 de septiembre de 2013

Ficha 4. Los saberes del docente.



Nombre del Libro-Artículo
Los saberes del docente y su desarrollo profesional.
Ficha No.  4.
Autor:
Maurice Tardif.
Pie de imprenta:
Madrid, España: Narcea ediciones, 2004.
Datos Bibliográficos Completos:
Tardif, Maurice. Los saberes del docente y su desarrollo profesional. Madrid, España: Narcea ediciones, 2004. Traducción: Pablo Manzano.
Localización: Lugar
Biblioteca Luis Ángel Arango.
Nombre del Proyecto:
Concepciones de maestros de instituciones públicas de Bogotá.
Elaborada por:
Adriana Sequeda Cubides. Código Estudiantil: 85131233.
CATEGORIAS
 
Sobre los saberes del docente
 
 
Características de los saberes del docente
 
Para Maurice Tardif, “El saber es siempre el saber de alguien que trabaja en algo concreto con la intención de realizar un objetivo cualquiera. Además, el saber no es una cosa que fluctúe en el espacio: el saber de los maestros es el saber de ellos y está relacionado con sus personas y sus identidades, con su experiencia de la vida y su historia profesional, con sus relaciones con los alumnos en el aula y con los demás actores escolares del centro, etc. Por eso, es necesario estudiarlo relacionándolo con esos elementos consecutivos del trabajo docente”. Pág. 10.
 
“La cuestión del saber de los profesores no puede separarse de las otras dimensiones de la enseñanza ni del estudio del trabajo realizado a diario por los docentes profesionales”. Pág. 10.
 
“El saber de los docentes no es un conjunto de contenidos cognitivos definidos de una vez por todas, sino un proceso de construcción a lo largo de un recorrido profesional en la que le maestro aprende progresivamente a dominar sus ambiente de trabajo, al mismo tiempo que se inserta en él y lo interioriza por medio de una reglas de acción que se convierten en parte integrante de su conciencia práctica”. Pág. 13.
 
“Por tanto el saber de del profesorado no es el “foro íntimo”, poblado de representaciones mentales, sino un saber siempre ligado a una situación de trabajo con otros (alumnos, colegas, padres, etc.), un saber anclado en una tarea compleja (enseñar), situado en un espacio de trabajo (aula, escuela), enraizado en una institución y en una sociedad”. Pág. 13.
 
“El saber de los maestros es profundamente social, y, al mismo tiempo, es el saber de los actores individuales que lo poseen y lo incorporan a su práctica profesional para adaptarlo a ella y para transformarlo”. Pág. 13.
 
 “El saber de los docentes depende, por un lado, de las condiciones concretas en las que se realiza su trabajo y, por otro, de la personalidad y de su experiencia profesional. En esta perspectiva, el saber de los maestros parece estar basado en las constantes transacciones entre lo que son (incluyendo las emociones, la cognición, las expectativas, su historia personal, etc.) y lo que hacen. El ser y el hacer o, mejor, lo que yo soy y lo que yo hago al enseñar no deben verse como dos polos separados, sino como resultados dinámicos de las propias transacciones insertas en el proceso del trabajo escolar”. Pág. 14.
 
“Los saberes del docente son una realidad social materializada a través de formación, programas, prácticas colectivas, disciplinas escolares, pedagogía institucionalizada, etc., y son también, al mismo tiempo, los saberes de él”. Pág. 14.
 
El saber del docente, es plural, compuesto, heterogéneo, porque envuelve, en el propio ejercicio del trabajo, conocimientos y un saber hacer bastante diversos, provenientes de fuentes variadas y, probablemente, de naturaleza diferente. Pág. 14.
 
 
 
 
 
 
 
“El saber de los docentes es un saber social, por varios motivos: en primer lugar, ese saber es social porque es compartido por todo un grupo de agentes-los profesores-que poseen una formación común (aunque más o menos variables según los niveles, los ciclos y los grados de enseñanza), trabajan en una misma organización y están sujetos, a causa de la estructura colectiva de su trabajo cotidiano, a condicionamientos y recursos comparables, como los programas, las materias que enseñar, las reglas del centro, etc.”.  Pág. 11.
 
En segundo lugar, ese saber es social porque su posesión y utilización descansa sobre un sistema que garantiza su legitimidad y orienta su definición y utilización: universidad, administración escolar, sindicato, asociaciones profesionales, grupos científicos, instancia de certificación y aprobación de las competencias, Ministerio de Educación, etc. En suma, un docente nunca define solo y en sí mismo su propio saber profesional. Al contrario, ese saber se produce socialmente, es el resultado de una negociación entre diversos grupos”. Pág. 11.
 
“Esto significa que, en los oficios profesionales, no existe conocimiento  sin reconocimiento social”. Pág. 12.
 
En tercer lugar, ese saber también es social porque sus propios objetos son objetos sociales, es decir, prácticas sociales… el maestro trabaja con sujetos y en función de un proyecto: transformar a los alumnos”. Pág. 12.
 
En cuatro lugar, tal como muestran la historia de las disciplinas escolares, la de los programas escolares y la de las prácticas pedagógicas, lo que los profesores enseñan (los “saberes que han de enseñarse”) y su manera de enseñar (el “saber enseñar”) evolucionan con el tiempo y los cambios sociales”. Pág. 12.
 
“En otras palabras, la pedagogía, la didáctica, el aprendizaje y la enseñanza son construcciones sociales cuyos contenidos, formas y modalidades dependen íntimamente de la historia de una sociedad, de su cultura legitima y de sus culturas (técnicas, humanistas, científicas, populares, etc.), de sus poderes y contrapoderes, de las jerarquías que predominan e n la educación formal e informal”. Pág. 12.
 
“Finalmente, en quinto lugar, de acuerdo con una bibliografía bastante abundante, ese saber es social por adquirirse en un contexto  de una socialización profesional”. Pág. 12.
 
Maurice Tardif, muestra una serie de hilos conductores sobre los que se basa su teoría: “mi perspectiva procura situar el saber del profesor en la interfaz entre lo individual y lo social, entre el actor y el sistema, a fin de captar su naturaleza social e individual como un todo” Pág. 14.
 
Entre esos hilos conductores se encuentran :
 
Saber y trabajo
 
“El saber de los docentes debe comprenderse en íntima relación con su trabajo, en la escuela y en el aula”. Pág. 14.
 
“El saber está al servicio del trabajo. Esto significa que las relaciones de los docentes con los saberes no son nunca unas relaciones estrictamente cognitivas; son relaciones mediadas por el trabajo que les proporciona unos principios para afrontar y solucionar situaciones cotidianas. Esa idea tiene dos funciones conceptuales: en primer lugar, tiende a relacionar orgánicamente el saber con la persona del trabajador y con su trabajo, lo que él es y hace, pero también lo que fue e hizo… en segundo lugar, indica que el saber del educador lleva consigo las marcas de su trabajo que no sólo se utiliza como medio de su trabajo, sino que se produce y modela en y por el trabajo. Se trata, por lo tanto, de un trabajo multidimensional que incorpora elementos relativos a la identidad personal y profesional del docente, a su situación socioprofesional, a su trabajo diario en la escuela y en el aula”. Pág. 14.  
 
Diversidad del saber
 
“La idea de la diversidad o del pluralismo del saber docente… en suma, el saber del docente es plural, compuesto, heterogéneo, porque envuelve en el propio ejercicio del trabajo, conocimientos y un saber hacer bastante diversos, provenientes de fuentes variadas, y, probablemente de naturaleza diferente”. Pág. 15.  
 
“El saber profesional está, en cierto modo, en la confluencia de diversos saberes procedentes de la sociedad, de la institución escolar, de los actores educativos”. Pág. 16.
 
 
 
 

Ficha 3. Juegos cooperativos.


Nombre del Libro-Artículo
Juegos y deportes cooperativos: desafíos divertidos sin competición.
Ficha No.  3
Autor:
Terry Orlick.
Pie de imprenta:
Madrid: Editorial Popular, 1986.
Datos Bibliográficos Completos:
Orlick, Terry. Juegos y deportes cooperativos: desafíos divertidos sin competición; traducción Isabel García del Río; Miguel Martínez López.
Localización: Lugar
Biblioteca Luis Ángel Arango
Nombre del Proyecto:
Concepciones de maestros de instituciones públicas de Bogotá.
Elaborada por:
Adriana Sequeda Cubides. Código Estudiantil: 85131233.
CATEGORIAS
 
Definición de Juego cooperativo
 
 
Características  y ventajas de los juegos cooperativos
 
 Necesidad de los juegos cooperativos
 
El autor habla acerca de los juegos cooperativos definiéndolos como “juegos donde sus participantes pueden aceptarse, cooperar y compartir"… Pag.9.
 
“Los juegos pueden proporcionar hermosas ocasiones para el intercambio, el estímulo, la autovaloración, el éxito y la pura diversión. Esto es todo lo que son los juegos cooperativos” Pag.10.
 
“Han sido cuidadosamente creados, seleccionados y perfeccionados para que los niños puedan divertirse a la vez que aprendan cosas positivas sobre sí mismos, sobre los otros y sobre cómo deberían actuar en el mundo… en los juegos cooperativos todos cooperan… todos ganan… y nadie pierde. Los niños juegan unos con otros mejor que unos contra otros". Pag.9.
 
 
 
 
 
“La belleza de estos juegos estriba, en parte en su versatilidad y adaptabilidad… se pueden usar con toda clase de personas y en gran variedad de lugares. Cualquiera puede jugarlos prácticamente en cualquier sitio… lo importante es la idea que subyace en los juegos”Pag.11.
 
"Estos juegos eliminan el miedo al fallo y al sentimiento de fracaso. También reafirman la confianza del niño en sí mismo como una persona aceptable y digna"… Pag.9.
 
“Con los cambios adecuados, la supervisión necesaria… y la participación constructiva de los jugadores en los cambios cooperativos, los juegos despegaran claramente de forma positiva… los jugadores comienzan a “supervisar” y a “arbitrar” su propio comportamiento y a preocuparse por el bien de los otros”Pag.11.
 
El autor habla de los cuatro grandes componentes necesarios para que el juego cooperativo del niño exista. Entre los cuales están:
  
  1. La cooperación: 
 
“Las aventuras cooperativas donde no hay perdedores junto con la amistad y la reducción de la competición, (Que disminuye la importancia del resultado), liberan al niño para que pueda disfrutar de la experiencia del juego por el juego…  la cooperación está directamente relacionada con la comunicación, la cohesión, la confianza y el desarrollo de las destrezas para una interacción social positiva” Pag.13.
 
“Los jugadores deben ayudarse colaborando como un conjunto-cada jugador es una parte necesaria del conjunto y tiene algo con lo que contribuir- y no dejar a nadie fuera de la actividad, sentado, esperando una oportunidad para jugar. El hecho de que los niños trabajen juntos para un fin común… convierte rápidamente las respuestas destructivas en constructivas: los jugadores sienten que son una parte aceptada del juego y de este modo se sienten totalmente involucrados. El resultado es una sensación de ganar y no de perder”. Pág. 14.
 
  1. La aceptación:
 
“En los juegos cooperativos cada niño tiene un papel lleno de significado en el juego una vez que ella o el elige participar. Cada niño es también, al menos parcialmente, responsable del logro, del triunfo o resultado satisfactorio del juego.” Pág. 14.
 
  1. La participación:
 
“los niños quieren ser parte de la acción, no apartados de ella. Este deseo de participación une verdaderamente, a no ser-está claro-que “esperen” ser humillados o rechazados”. Pág. 14.
 
  1. La diversión:
 
“En las aventuras cooperativas el elemento de diversión es potenciado para que los niños puedan jugar libremente con otros para divertirse, sin temor al fallo… y sin ninguna necesidad de destruir. Compartir aumenta la experiencia de diversión” Pag.14.
 
 
 
 
"El autor habla acerca de la necesidad de alternativas dado que “los mismos juegos se han hecho rígidos… y excesivamente orientados a la victoria. No hay libertad como consecuencia de la presión de la puntuación y de la angustia sociológica del rechazo. En el fondo, el enfoque debe exprimir al máximo a cada persona no deja lugar a la antigua y pura diversión". Pag.12.
 
"Poner a los niños a competir unos contra otros, en juegos donde luchan frenéticamente para que solo unos pocos puedan triunfar, garantiza el fracaso y el rechazo para el resto… muchos juegos aseguran que uno gana y todos los demás pierden… se anima a los niños a deleitarse con los fallos de los otros… poniendo a los niños a competir irracionalmente no se les enseña cómo competir de manera sana; solamente se les presiona para que compitan. Cuando crecen, están tan condicionados por la importancia de ganar, que no pueden jugar mucho rato para divertirse, para disfrutar. No saben cómo ayudarse, como ser flexibles a los sentimientos de los otros o como competir amistosamente, de una forma divertida, incluso aunque quieran”. Pag.12.
 

Ficha 2. Los imaginarios sociales.



Nombre del Libro-Artículo
Los imaginarios sociales: memorias y esperanzas colectivas.
Ficha No.  2
Autor:
Bronislaw Baczko.
Pie de imprenta:
Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión, 1991.
Datos Bibliográficos Completos:
Baczko, Bronislaw. Los imaginarios sociales: memorias y esperanzas colectivas. Traducción de pablo Betesh. Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión, 1991.
Localización: Lugar
Biblioteca Luis Ángel Arango
Nombre del Proyecto:
Concepciones de maestros de instituciones públicas de Bogotá.
Elaborada por:
Adriana Sequeda Cubides. Código Estudiantil: 85131233.
CATEGORIAS
 
Definición de los imaginarios sociales
 
 
Características de los imaginarios sociales
 
“Los imaginarios sociales son referencias específicas en el vasto sistema simbólico que produce toda colectividad… de este modo, a través de estos imaginarios sociales, una colectividad designa su identidad elaborando una representación  de sí misma; marca la distribución de los papeles y las posiciones sociales; expresa e impone ciertas creencias comunes, fijando especialmente modelos formadores como el del “jefe”, el del buen “súbdito”, el del “valiente guerrero” el del “ciudadano”, el del “militante”, etcétera… formar imágenes de amigos y enemigos, de rivales y aliados; del mismo modo, significa conservar y modelar los recuerdos pasados, así como proyectar hacia el futuro sus temores y esperanzas. Los modos de funcionamiento específicos de este tipo de representaciones en una colectividad se reflejan particularmente en la elaboración de los medios de su producción y difusión, así como de su transmisión de una generación a otra.”. Pág. 28.
 
En este sentido para este autor “el imaginario Social es una de las fuerzas reguladoras de la vida colectiva”. Pág. 28.
 
“A lo  largo de la historia los poderes han inventado dispositivos tan variados y reales de protección, y hasta de represión, como para conservar su capital simbólico y asegurarse el lugar privilegiado en el ámbito de los imaginarios sociales… cuando una colectividad se siente agredida desde el exterior, pone en movimiento todo un dispositivo de imaginarios sociales con el fin de movilizar las energías de sus miembros de reunir y guiar sus acciones"… pág. 29.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El autor cita a Gauchet (1977), “los imaginarios sociales no indican solamente a los individuos su pertenencia a una misma sociedad, sino que también definen, más o menos precisamente, los medios inteligibles de sus relaciones con ésta, con sus divisiones internas, con sus instituciones, etcétera.”  Siendo para el autor, el imaginario social "una pieza efectiva y eficaz del dispositivo de control de la vida colectiva, y en especial del ejercicio del poder”. Pág. 28.
 
Citando a Castoriadis (1983), “los signos investidos del imaginario son otros tantos símbolos: los imaginarios sociales se apoyan sobre el simbolismo, que es a la vez obra e instrumento”. pág. 29.
 
El autor expone, que “el dispositivo imaginario asegura a un grupo social un esquema colectivo de interpretación de las experiencias individuales tan complejas como variadas, la codificación de expectativas y esperanzas así como la fusión, en el crisol de una memoria colectiva, de los recuerdos y de las representaciones del pasado cercano o lejano". Pág. 28.
 
"La potencia unificadora de los imaginarios sociales está asegurada por la fusión entre verdad y normatividad, informaciones y valores que se opera por y en el simbolismo… el control del imaginario social, de su reproducción, de su difusión y de su manejo asegura, en distintos niveles, un impacto sobre las conductas y actividades individuales y colectivas, permite canalizar las energías, influir en las elecciones colectivas en situaciones cuyas salidas son tan inciertas como imprevisibles”. Pág. 28.
 
“Una de las funciones de los imaginarios sociales consiste en la organización y el dominio del tiempo colectivo sobre el plano simbólico. intervienen activamente en la memoria colectiva para la cual, como ya hemos observado, a menudo los acontecimientos cuentan menos que las representaciones imaginarias a las que ellos mismos dan origen y encuadran”. Pág. 30.
 
“Tal vez, los imaginarios sociales operan todavía más vigorosamente en la producción de visiones del futuro, en especial en la proyección sobre éste de obsesiones y fantasmas, de esperanzas y de sueños colectivos. De este modo gracias a su compleja estructura, y en particular gracias a su tejido simbólico, el imaginario social interviene en diversos niveles de la vida colectiva y realiza simultáneamente diversas funciones con respecto a los agentes sociales. Su trabajo se efectúa a través de series de oposición que estructuran los aspectos afectivos de la vida colectiva y los reúne por medio de una red de significaciones, en las dimensiones intelectuales de ésta: legitimar/invalidar; justificar/acusar; asegurar/desasegurar; incluir/excluir (en relación al grupo), etcétera”. Pág. 30.
 
“Los imaginarios sociales no funcionan aisladamente si no relacionados, con diferencias y variables, con otros tipos de imaginarios, confundiéndose a veces con ellos y con su simbolismo… el impacto de los imaginarios sociales sobre las mentalidades depende ampliamente de su difusión, de los circuitos y de los medios de que dispone”. Pág. 31.
 
 

Ficha 1. Representaciones sociales.



Nombre del Libro-Artículo
Representaciones sociales.
Ficha No.  1
Autor:
Eduardo Aguirre.
Pie de imprenta:
Santa Fé de Bogotá: UNAD. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, 1997.
Datos Bibliográficos Completos:
Aguirre Dávila, Eduardo. Representaciones sociales. Santa Fé de Bogotá: UNAD.                                 Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, 1997.
Localización: Lugar
Biblioteca Luis Ángel Arango
Nombre del Proyecto:
Concepciones de maestros de instituciones públicas de Bogotá.
Elaborada por:
Adriana Sequeda Cubides. Código Estudiantil: 85131233.
CATEGORIAS
 
Definición de las representaciones sociales
 
 
Características de las representaciones sociales
 
 
“El término de representaciones sociales aparece en el campo de la sociología, pero será en la psicología social que alcance un significado más preciso debido al desarrollo de una teoría sobre ellas”. Pág. 91.
 
“La representación social sería una forma mental común de proceder que tendrían los miembros de un grupo. Los juicios y las creencias del grupo se expresan en rutinas de acción interiorizadas más que en imágenes de la realidad.” Pág. 78.
 
“Es así como las representaciones sociales en este nuevo ámbito, hacen referencia a un tipo de conocimiento acerca del mundo que nos rodea…son las que nos permiten desenvolvernos en él; nos informan acerca del significado que poseen los objetos y los acontecimientos sociales producidos, con los cuales diariamente nos relacionamos. Es un conocimiento de tipo práctico elaborado por los miembros de una sociedad, gracias al cual todos pueden  tener acceso a una misma realidad, la realidad social del grupo referencia”. Pág. 91.
 
“La noción de representaciones sociales, toman el calificativo de social, a diferencia del termino original que hacía referencia a lo colectivo, para hacer énfasis en una determinación más general que encierra a las representaciones, cual es la dinámica de la sociedad, entendida ésta como el producto de la interacción entre los individuos pertenecientes a un grupo”. Pág. 90.
 
El autor asegura que “el termino de representación social surge por la necesidad de ampliar uno de los componentes que encierra la idea de conciencia colectiva, esto es, lo referente a un estado mental. En el análisis que E. Durkheim hace de este fenómeno descubre que en el comportamiento social están presentes representaciones, tanto de las instituciones como de las acciones y de los valores, aceptadas sin mayor reticencia por el conjunto de personas perteneciente a una sociedad particular” Pág. 74.
 
 
 
“En las sociedades modernas, por su alta diferenciación, las representaciones sociales no solo son bastantes diversificadas, sino que también son muy cambiantes; influyen en toda la conducta de todos los miembros del grupo particular, de la misma manera y con igual fuerza.” Pag.80.
 
“Para actuar en su realidad individual y poderla pensar, toda persona necesita de las formas de comportamiento y de los conocimiento sociales elaborados, viéndose restringida la movilidad del individuo, debido a que se ve sometido a los pre-juicios y a las ideas prevalecientes, las cuales son una típica expresión de las representaciones sociales”. Pág. 87.
 
“En el uso de los mitos, de las creencias, de la moda o de las instituciones, se objetivan las representaciones sociales y se puede ver su presencia imperativa en el actuar individual… como instancia simbólica, que representa un componente de lo social, las representaciones sociales condicionan la forma de actuar, pensar y sentir de los individuos, constituyendo el factor primordial en el determinismo social… instituciones como la escuela no solo representan para la sociedad moderna un espacio de socialización y aprendizaje, sino que también se constituyen en un ideal colectivo al cual muy difícilmente los individuos se pueden sustraer. “ Pag.79.
  
“El otro componente que encierra la noción de representación social es la idea de que existen expresiones sociales que son re-presentaciones de lo social en el sentido de algo que substituye alguna otra cosa. Se enfatiza en esta perspectiva el acto de re-presentar, de hacer presente un objeto, una idea o una instancia social (instituciones, los monumentos, los valores o los mitos) como una nueva presentación. Destacándose en esta acepción la independencia y exterioridad de la representación respecto la conciencia de los individuos, pero que sin embargo actúa sobre ellos.” Pág. 78.
 
“Las representaciones sociales, al ser un producto de la construcción social de la realidad expresada como un hecho social, deja su envoltura etérea y alcanza un carácter objetivo. Las representaciones sociales hacen del conocimiento complejo algo cotidiano y fácilmente comprensible, permitiendo al individuo organizarse sin mayores dificultades en un contexto socialmente determinado, sin cuestionar cada cosa que hace, dice o percibe". Pág. 88.
 
"Sin las representaciones sociales la vida en sociedad sería un verdadero caos, en donde la interpretación de la realidad no sería acompañada de nociones compartidas. La mínima comprensión de las acciones y formas de analizar el mundo, externo es garantizada por el hecho de que los objetos con los que se relacionan los individuos, dentro de un contexto particular, son elaborados colectivamente”. Pág. 88.