Nombre del Libro-Artículo
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Los saberes del docente y su desarrollo
profesional.
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Ficha No.
4.
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Autor:
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Maurice Tardif.
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Pie de imprenta:
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Madrid, España: Narcea ediciones, 2004.
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Datos Bibliográficos
Completos:
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Tardif, Maurice. Los
saberes del docente y su desarrollo profesional. Madrid, España: Narcea
ediciones, 2004. Traducción: Pablo Manzano.
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Localización: Lugar
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Biblioteca Luis Ángel Arango.
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Nombre
del Proyecto:
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Concepciones de maestros de instituciones
públicas de Bogotá.
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Elaborada por:
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Adriana Sequeda Cubides. Código Estudiantil:
85131233.
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CATEGORIAS
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Sobre
los saberes del docente
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Características de los
saberes del docente
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Para Maurice
Tardif, “El saber es siempre el
saber de alguien que trabaja en algo concreto con la intención de realizar un
objetivo cualquiera. Además, el saber no es una cosa que fluctúe en el
espacio: el saber de los maestros es el saber de ellos y está relacionado con sus personas y sus identidades,
con su experiencia de la vida y su historia profesional, con sus relaciones
con los alumnos en el aula y con los demás actores escolares del centro, etc.
Por eso, es necesario estudiarlo relacionándolo con esos elementos
consecutivos del trabajo docente”. Pág. 10.
“La cuestión del
saber de los profesores no puede separarse de las otras dimensiones de la
enseñanza ni del estudio del trabajo realizado a diario por los docentes
profesionales”. Pág. 10.
“El saber de los
docentes no es un conjunto de contenidos cognitivos definidos de una vez por
todas, sino un proceso de construcción a lo largo de un recorrido profesional
en la que le maestro aprende progresivamente a dominar sus ambiente de
trabajo, al mismo tiempo que se inserta en él y lo interioriza por medio de
una reglas de acción que se convierten en parte integrante de su conciencia práctica”. Pág. 13.
“Por tanto el
saber de del profesorado no es el “foro íntimo”, poblado de representaciones
mentales, sino un saber siempre ligado a una situación de trabajo con otros
(alumnos, colegas, padres, etc.), un saber anclado en una tarea compleja
(enseñar), situado en un espacio de trabajo (aula, escuela), enraizado en una
institución y en una sociedad”. Pág. 13.
“El saber de los
maestros es profundamente social, y, al mismo tiempo, es el saber de los
actores individuales que lo poseen y lo incorporan a su práctica profesional
para adaptarlo a ella y para transformarlo”. Pág. 13.
“El saber de los docentes depende, por un
lado, de las condiciones concretas en las que se realiza su trabajo y, por
otro, de la personalidad y de su experiencia profesional. En esta
perspectiva, el saber de los maestros parece estar basado en las constantes transacciones entre lo que son
(incluyendo las emociones, la cognición, las expectativas, su historia
personal, etc.) y lo que hacen. El
ser y el hacer o, mejor, lo que yo soy y
lo que yo hago al enseñar no deben
verse como dos polos separados, sino como resultados dinámicos de las propias
transacciones insertas en el proceso del trabajo escolar”. Pág. 14.
“Los saberes del
docente son una realidad social materializada a través de formación,
programas, prácticas colectivas, disciplinas escolares, pedagogía
institucionalizada, etc., y son también, al mismo tiempo, los saberes de él”. Pág. 14.
El saber del
docente, es plural, compuesto, heterogéneo, porque envuelve, en el propio
ejercicio del trabajo, conocimientos y un saber hacer bastante diversos,
provenientes de fuentes variadas y, probablemente, de naturaleza diferente.
Pág. 14.
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“El saber de los
docentes es un saber social, por varios motivos: en primer lugar, ese saber es social porque es compartido por
todo un grupo de agentes-los profesores-que poseen una formación común
(aunque más o menos variables según los niveles, los ciclos y los grados de
enseñanza), trabajan en una misma organización y están sujetos, a causa de la
estructura colectiva de su trabajo cotidiano, a condicionamientos y recursos
comparables, como los programas, las materias que enseñar, las reglas del
centro, etc.”. Pág. 11.
“En segundo lugar, ese saber es social
porque su posesión y utilización descansa sobre un sistema que garantiza su
legitimidad y orienta su definición y utilización: universidad,
administración escolar, sindicato, asociaciones profesionales, grupos
científicos, instancia de certificación y aprobación de las competencias,
Ministerio de Educación, etc. En suma, un docente nunca define solo y en sí
mismo su propio saber profesional. Al contrario, ese saber se produce
socialmente, es el resultado de una negociación entre diversos grupos”. Pág.
11.
“Esto significa
que, en los oficios profesionales, no existe conocimiento sin reconocimiento social”. Pág. 12.
“En tercer lugar, ese saber también es
social porque sus propios objetos
son objetos sociales, es decir,
prácticas sociales… el maestro trabaja con sujetos y en función de un
proyecto: transformar a los alumnos”. Pág. 12.
“En cuatro lugar, tal como muestran la
historia de las disciplinas escolares, la de los programas escolares y la de
las prácticas pedagógicas, lo que los profesores enseñan (los “saberes que
han de enseñarse”) y su manera de enseñar (el “saber enseñar”) evolucionan
con el tiempo y los cambios sociales”. Pág. 12.
“En otras
palabras, la pedagogía, la didáctica, el aprendizaje y la enseñanza son
construcciones sociales cuyos contenidos, formas y modalidades dependen
íntimamente de la historia de una sociedad, de su cultura legitima y de sus
culturas (técnicas, humanistas, científicas, populares, etc.), de sus poderes
y contrapoderes, de las jerarquías que predominan e n la educación formal e
informal”. Pág. 12.
“Finalmente, en quinto lugar, de acuerdo con una
bibliografía bastante abundante, ese saber es social por adquirirse en un
contexto de una socialización
profesional”. Pág. 12.
Maurice Tardif,
muestra una serie de hilos conductores sobre los que se basa su teoría: “mi
perspectiva procura situar el saber del profesor en la interfaz entre lo
individual y lo social, entre el actor y el sistema, a fin de captar su
naturaleza social e individual como un todo” Pág. 14.
Entre esos hilos
conductores se encuentran :
Saber y trabajo
“El saber de los
docentes debe comprenderse en íntima relación con su trabajo, en la escuela y
en el aula”. Pág. 14.
“El saber está al
servicio del trabajo. Esto significa que las relaciones de los docentes con
los saberes no son nunca unas relaciones estrictamente cognitivas; son
relaciones mediadas por el trabajo que les proporciona unos principios para
afrontar y solucionar situaciones cotidianas. Esa idea tiene dos funciones
conceptuales: en primer lugar, tiende a relacionar orgánicamente el saber con
la persona del trabajador y con su trabajo, lo que él es y hace, pero también
lo que fue e hizo… en segundo lugar, indica que el saber del educador lleva
consigo las marcas de su trabajo que no sólo se utiliza como medio de su
trabajo, sino que se produce y modela en y por el trabajo. Se trata, por lo
tanto, de un trabajo multidimensional que incorpora elementos relativos a la
identidad personal y profesional del docente, a su situación socioprofesional,
a su trabajo diario en la escuela y en el aula”. Pág. 14.
Diversidad del saber
“La idea de la
diversidad o del pluralismo del saber docente… en suma, el saber del docente
es plural, compuesto, heterogéneo, porque envuelve en el propio ejercicio del
trabajo, conocimientos y un saber hacer bastante diversos, provenientes de
fuentes variadas, y, probablemente de naturaleza diferente”. Pág. 15.
“El saber
profesional está, en cierto modo, en la confluencia de diversos saberes
procedentes de la sociedad, de la institución escolar, de los actores
educativos”. Pág. 16.
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domingo, 8 de septiembre de 2013
Ficha 4. Los saberes del docente.
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